OBJETIVO: Propiciar un encuentro entre quienes integran y lideran el Proyecto de Educación Integral en Sexualidad para retomar el ejercicio de Análisis Situacional del PEIS e iniciar el diseño o la actualización del PEIS de manera pertinente a la realidad de la IED.
JUSTIFICACIÓN: Partiendo de las directrices del Ministerio de Educación Nacional y el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), se pretende integrar una propuesta de educación para la sexualidad que dé prioridad a los procesos que favorecen desarrollar competencias ciudadanas conocimientos, habilidades, actitudes, valores y comportamientos, mediante los cuales los estudiantes aprendan a vivenciar una sexualidad plena y velen por el cumplimiento sus derechos sexuales y reproductivos, dicha propuesta se articula en el Proyecto para la Sexualidad y Construcción de Ciudadanía (PESCC), el cual, parte de unos principios conceptuales, consensuados y desarrolla unos hilos conductores que son validados y ajustados como elementos generales que permiten aprovechar las vivencias y circunstancias cotidianas como oportunidades pedagógicas. Se debe partir de la certeza de que, todas las personas, son sexuadas, tienen un cuerpo sexuado que les permite pensar, entender, expresar, comunicar, disfrutar, sentir y hacer sentir. De comprender que la sexualidad es la forma en la que cada cual expresa, comunica, siente, íntima, da y recibe placer con la palabra y con los cinco sentidos de su cuerpo. Es decir que la sexualidad es algo más que una dimensión de la persona: es lo que somos. De ahí que favorecer el desarrollo sano y placentero de la sexualidad sea favorecer el desarrollo integral de una persona. Las niñas, niños, adolescentes y jóvenes tienen derecho a una educación sexual rigurosa, objetiva y completa a nivel biológico, psíquico y social, entendiendo la sexualidad como comunicación humana y fuente de salud, placer y afectividad. Comprendiendo y aceptando que como seres humanos se tiene distintas sensibilidades, gustos y formas de expresar afecto; siendo necesario adquirir la capacidad para escuchar al otro y a sí mismo, reconocer qué se quiere y qué no, qué le gusta y qué no, qué puede hacer y disfrutar, y como querer y sentir sin hacerse daño ni hacer daño al otro, simplemente aceptar la diferencia. Si se pretende construir una sociedad en la que mujeres y hombres puedan convivir en igualdad y sin discriminaciones, así como lograr unas relaciones personales comunicativas placenteras, igualitarias, responsables y libres, se debe proporcionar a los estudiantes una educación de calidad, que no se centre únicamente en desarrollar la sexualidad como dimensión, sino que la integre al diario vivir en cada entorno donde se desempeñe o establezca interrelaciones, para vivir en armonía y construya experiencias de vida sanas, estables, duraderas y sostenibles en el tiempo y a lo largo de la vida siendo una forma de transformar las bases sociales para favorecer la construcción de una sociedad más igualitaria.Todo demuestra que la sexualidad humana es un fenómeno complejo, donde convergen una serie de consideraciones que van más allá de lo biológico, pero la sociedad contribuye a la ignorancia a través de los medios masivos de comunicación, la internet, que muestran frecuentemente un tipo de sexualidad irreal y tergiversada que empaña una correcta formación y que deforma aún más conceptos y actitudes sexuales.